Cúmulo de sensaciones Ciclo Auditorio

Noticias De Gipuzkoa
por iñigo arbiza
26/08/2013
Alina Pogotskina, acompañada de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt.
Alina Pogotskina, acompañada de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt. (Foto: iker azurmendi)
Intérpretes. Alina Pogotskina (violín), Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, Paavo Järvi (director). Programa. E. Grieg: "Danzas noruegas Op. 35" P. I. Tchaikovsky: "Concierto para violín y orquesta en Re Mayor Op. 35" C. Nielsen: "Sinfonía nº 4 Inextinguible Op. 29". Fecha y lugar. 24/08/13. Auditorio Kursaal, Donostia. Incidencias. Aforo casi completo. Pogostkina ofreció a modo de bis Recitativo y scherzo capriccio de F. Kreisler y la orquesta por su parte la Danza húngara nº 6 de J. Brahms. Acudió la consejera de Cultura y Educación del Gobierno Vasco Cristina Uriarte acompañada por el viceconsejero de Cultura Joxean Muñoz. Y la primera parte la siguió con atención el director de la Orquesta de Cámara de Escocia Robin Ticciati.
EL resultado final del intenso segundo concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt en el Kursaal no pudo dejar mejor sabor de boca, con un público absolutamente entregado y con una grata sensación de haber disfrutado de la sabia batuta del estonio Paavo Järvi, director encumbrado que no ceja en su empeño en hacer que las orquestas que dirige muestren lo mejor de sí mismas, y en el caso que nos ocupa se esmeró en que los alemanes se movieran solo al nivel de la excelencia interpretativa a través de un programa complejo de tintes nórdicos.
Jäarvi se mostró exigente y preciso. Ya desde la iniciales Danzas noruegas de E. Grieg la orquesta en un perfecto ensamblaje mostró su amplia gama de capacidades técnicas y sonoras donde se apreció claramente ese sonido envolvente y redondo de la cuerda y el poderío del viento metal, que se mantuvo a lo largo de todo el concierto. La demostración de la excelencia se tornó en realidad ante la Sinfonía nº 4 del danés C. Nielsen. El paseo por los cuatro movimientos de La Inextinguible sonó espectacular, con una clara exposición de la "voluntad de vivir que no se extingue" que plantea el autor, desde la inicial sucesión de crescendos, fortissimos y súbitos pianissimos, el solo de oboe del segundo movimiento, la tensión del tercero, hasta el carácter épico del final, destacando la fuerza de la cellos, de los contrabajos, y los magníficos solos de oboe, clarinete así como la contundencia de los timbales.
La joven violinista Alina Pogostkina, a la sazón ganadora del emblemático Concurso de Violín Sibelius de Helsinki, se enfrentó al Concierto para violín y orquesta en Re Mayor Op. 35 de P. I. Tchaikovsky, y lo hizo con un Stradivarius de 1717. Aunque finalmente su trabajo encajó dentro del todo orquestal, en ocasiones se le notó tan metida en su propia interpretación que la batuta de Jäarvi fue más que necesaria para no incurrir en desajustes. Su versión de la obra fue curiosa, ya que mostró claras habilidades técnicas, pero a la vez cierta fragilidad sonora que si en un principio pudo llegar a despistar finalmente consiguió que su éxito estuviera basado justamente en la combinación de ambos factores. Pogostkina ofreció a modo de bis el Recitativo y scherzo capriccio de F. Kreisler, mientras que el concierto concluyó con la Danza húngara nº 6 de J. Brahms a modo de propina y con un gran cúmulo de sensaciones.
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2013/08/26/ocio-y-cultura/cultura/cumulo-de-sensaciones-ciclo-auditorio

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