Bruckner en la Tonhalle con Paavo Järvi y Philip Traugott

Scherzo

Pablo L. Rodríguez

October 2023


“Cogemos otra vez en el compás 13, pues los clarinetes iban levemente por detrás en las

negras”. No son las palabras del director de orquesta Paavo Järvi, sino del productor Philip Traugott. Estamos en la sala de control de la Tonhalle de Zúrich y es 14 de septiembre por la mañana. La orquesta suiza termina una intensa sesión de tres horas con innumerables correcciones a una toma en directo de la Novena sinfonía, de Anton Bruckner, que publicará Alpha Classics el año que viene.

 Esa grabación en vivo ha sido registrada la noche anterior. Han pasado pocas horas y Traugott llega a la sesión con su copia de la edición Nowak llena de anotaciones. “Esto es muy duro también para la orquesta”, dice tras saludarnos. Su ingeniero de sonido, Jean-Marie Geijsen, ha desplegado una inmensa cortina que tapa la vista del patio de butacas. Lo hace para compensar las diferencias acústicas con la sala llena de la noche anterior. Se afana para verificar que los 44 micrófonos funcionan con normalidad y confirma que su ayudante, Dominykas Gircius, tiene a punto el ordenador para registrar las tomas. 

Traugott aprovecha la frescura de los minutos iniciales para asegurar los pasajes más complejos del movimiento inicial. Dedica toda su atención a la exposición del primer tema, a las transiciones y al climático final del movimiento. Hace una toma larga de cada sección y luego varias breves para pulir imperfecciones que caza al vuelo con una precisión sobrehumana: problemas de empaste entre instrumentos, de afinación entre secciones, ajustes en la articulación, etc. Precede cada toma de su correspondiente claqueta y de una comprobación del tempo con el metrónomo para ajustarse a la toma endirecto. Tan solo del primer movimiento han realizado 58 tomas en poco más de dos horas y media con una breve pausa.

“Es una obra con una orquestación muy densa y es preciso tomar muchas decisiones”, aclara al inicio del descanso. “Pero llevo más de 20 años trabajando con Paavo y sé perfectamente lo que quiere. A él le gusta conservar la tensión, la energía y la espontaneidad del directo, y mi función consiste en asegurar que todo esté bien técnica y musicalmente cuando montemos el máster en el periodo de posproducción”, añade. Habla de conseguir la sensación de estar escuchando una interpretación tomada en directo y asegura que eso no sería posible sin la brillantez del director estonio, la capacidad de la orquesta suiza y la “magia” de sus técnicos. No se otorga el menor protagonismo, a pesar de que sus indicaciones son las que prevalecen durante toda la sesión.

Paavo Järvi no acude a la sala de control. Su confianza en Traugott es total. “A veces viene, pero normalmente le envío el tercer edit a los pocos meses y lo pulimos con inserciones cada vez más pequeñas”, admite. No obstante, el productor lo tiene muy presente durante todo el proceso. Y también al compositor. “Suelo poner los retratos de ambos como una forma de inspiración y dependiendo de cómo vaya la grabación los coloco a uno u otro lado”, confiesa sonriendo. De momento, Järvi está a la izquierda y Bruckner a la derecha. ¶

Traugott no se otorga el menor

protagonismo, pese a que sus

indicaciones son las que prevalecen

durante toda la sesión




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